La libertad no consiste en abrazar la doctrina adecuada sino en desasirse de todas ellas

domingo, 13 de agosto de 2017

MUJERES QUE AMAN A LOS HOMBRES



Mujeres como nosotras, sin jefaturas, ni ministerios, sin secretarías ni cátedras (aunque desde ellos usurpen nuestro nombre para ejercer el poder, la coerción, la censura) nos declaramos en abierta rebeldía. ¿Quién les dijo que podían hablar en nuestro nombre?



Tenemos voz  propia y decidimos no alimentar trincheras en esa guerra de sexos que no es nuestra guerra ¿Quién la declaró? ¿Quién señaló a nuestros maridos, a nuestros hermanos,  a nuestros hijos, como enemigos a abatir? No fuimos nosotras, no. Esa guerra no es nuestra, ni lo será, no lograrán que lo sea por más argucias que empleen.



Los despachos del poder están nutridos de seres hueros, de almas negras, con sus repletas agendas  de planificadas destrucciones, ellos sí, declaran las guerras. Hay mujeres que no aman, es una triste realidad, no se aman a sí mismas y no pueden amar tampoco, se convierten de ese modo en cómplices, en cooperantes necesarias. A quienes están imposibilitados para el amor no los mueve el odio, como dicen,  sino el deseo de dominación.



Pero no los doblegarán, ni a ellos, nuestros hombres, ni a nosotras. Nos declaramos en abierta insumisión frente a la maquinaria arrolladora del reclutamiento. No conseguirán que pongamos  balas donde ayer se posaron nuestros besos. Donde aún hoy deseamos con ternura, con ardor, que esos besos abran un camino en el fuego cruzado.







No parimos hijos varones para ser objeto de escarnio ni somos mujeres guiadas por el resentimiento, nos mueve la dignidad en nuestras vidas, no necesitamos pases de favor en ninguna carrera, nos valemos por nosotras mismas. ¡Cómanse las tutelas! Las leyes «de paridad», las listas «cremallera», las desiguales condenas ante unos mismos delitos, los subsidios por denuncias, la prevalencia de palabra para mujer y la obligatoria demostración de inocencia para hombre. ¡Cómanselas todas juntas! ¡No las queremos! ¡Nunca las pedimos!


Mujeres como nosotras no necesitamos tutelas, somos adultas, somos autónomas, confiamos en nosotras mismas, no necesitamos arrebatarles la luz a nadie para brillar. Miserables sois quienes trepáis al poder sembrando cadáveres. ¡Maldecimos vuestra espesa sombra que no brilla con mil soles de inocentes! Algún día caerán sobre vuestras cabezas descoronadas las injusticias que habéis perpetrado.



Ese día llegará traído por nuestras dignas manos encallecidas por el trabajo, en un lecho de frescos lienzos gozaremos con nuestros hombres y en ellos pariremos hijos e hijas libres e iguales.


















3 comentarios:

  1. "la maquinaria arrolladora del reclutamiento"

    No lo hubiera podido expresar mejor... Es arrolladora y tiene una paciencia diabólica.

    Lástima que muchas mujeres en lugar de encontrar a mujeres como tú, capaces de pensar por si mismas, de darse cuenta cuando las quieren "reclutar", se encuentren con "las otras"...

    Gracias por no dejarte arrastrar.


    Un saludo.

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  2. Extraordinario. Habría que mandárselo por carta a todos estos políticos de porquería que tenemos.

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  3. Y a las personas homosexuales que les den no?? Volvamos a la noción cristiana del mundo en el que todo es dual y nada más. Volvamos a ser reclutados en la defensa del hombre que es este artículo. Pero si criticamos a las personas que defienden a las mujeres por "paternalistas" porqué este artículo cae en el mismo paternalismo pero con los hombres?? Si todes somos autodefendibles y una defensa ajena es mala, xq el artículo se cree con el derecho de defender a los hombres?? Acaso le autor ha preguntado a todOS los hombres si querían ser defendidos?? "Dime qué críticas y se verá lo que tu tb haces"

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