La libertad no consiste en abrazar la doctrina adecuada sino en desasirse de todas ellas

miércoles, 13 de marzo de 2019

ANTICAPITALISTA



Antonio Limón tuvo un hijo al que, por prudencia,  no le llamó Amarillo, sino Celeste, así fue como produjo el colapso informático de la empresa Pantone y su caída en picado en bolsa. Aunque, como no tuvo la perspicacia de patentar el invento, no se ha ganado un lugar en la historia como anticapitalista. Sin embargo su compañero de pupitre de la primaria, que hizo carrera en un sindicato, se ganó tal apodo cuando accedió al puesto de directivo en la Caja Laboral de Ahorros. Eso sí, es un amigo sincero, de los mejores, el único que le invita a marisco con la tarjeta black los primeros de mayo.








domingo, 10 de marzo de 2019

HOMBRE DECONSTRUIDO




Nací varón aunque de baja estatura y peso pluma. Me acerqué como un peregrino cualquiera a la santa y gran mujer que daba audiencia cada jueves. Le susurré una pequeña oración subordinada a modo de reverencia. Ella me miró al cabo, displicente, y concluyó, con un gesto que solicitaba mi retirada: ¡Vete y no oprimas más!

Ungido por la expiación de mi pecado, desde entonces llamo a las puertas comedidamente con los nudillos, por no oprimir el timbre como hacía antes de mi deconstrucción acelerada, la que me otorgó la señora de gran talla. Sobre ella, recuerdo,  colgaba un cartel de rima consonante en 38 cuyo sentido no capté ya que no se insinuaban las lorzas bajo la túnica amplia que envolvía su figura amorfa.

No oprimir me ha incapacitado laboralmente, yo era un hombre aferrado a un piano y ahora quizá tenga que tocar la flauta, aunque eso de tapar los agujeros con los dedos no sé cómo será calificado. El caso es que he tenido que hacer instalar un sensor en cada habitación para que la luz se encienda sin necesidad de oprimir el interruptor. Y sigo viendo Tele5 desde hace un año, porque no puedo oprimir el mando a distancia, tampoco para apagar la televisión.

Para mí la vida como ex opresor se ha vuelto difícil, como ejemplos cotidianos baste decir que  no puedo hacer una mayonesa por no oprimir la minipimer ni aporrear el teclado del ordenador. La única salida que encuentro a la baja calidad de mi existencia no opresora es casarme, sí, no puedo vivir sólo, si tuviera mujer al menos ella podría oprimir todos los botones incluido los del ascensor, así la décima planta se me haría más llevadera. Tendré que esperar a otra audiencia de jueves, no puedo elegir mujer al azar, me dejaré aconsejar no sea que todo mi sacrificio por no oprimir sea un esfuerzo realizado en vano.