La libertad no consiste en abrazar la doctrina adecuada sino en desasirse de todas ellas

martes, 25 de diciembre de 2018

AMOR O ENAMORAMIENTO






El enamoramiento es una entelequia, en el fondo siempre lo hemos sabido. Pero vivimos en la superficie y por ello gustamos de los artificios. Existe, naturalmente, la mutua atracción, pasarlo bien juntos, compartir risa o lecho. Entrelazarse, espectactadores, ante la proyección del paisaje. Existe la oxitocina y el subidón de la mente recreada en la fantasía. Existe el asalto reiterado del recuerdo que hace sonreír como memos. Pero sobre todo y más que nada existe el anhelo de ser único y primordial para alguien, para ese alguien en concreto que lo es todo para tí en tu mente y por tanto en tu sentir.





Nada nuevo, todos estamos familiarizados con esa definición de enamoramiento en gran parte moldeada por la literatura y el cine y que todos, con mayor o menor fortuna, hemos experimentado alguna vez. Es más, lo  tenemos por una cuestión casi de supervivencia, o sin el “casi”.





Pero ¿Nos preguntamos alguna vez, cuando nos enamoramos, por qué nos enamoramos, más allá de toda respuesta devenida por la idealización? Quizá, presa de la idealización –ingrediente base sin el cual no existiría el enamoramiento– no acertemos a hacerlo, pues toda respuesta tenderá a racionalizar lo que es pura emoción y para ello elegiremos, de aquel quien nos produce esa amalgama de sensaciones, las cualidades que el sesgo del ideal nos condiciona a elegir.





Dependerá de en qué etapa de la vida nos hallemos las respuestas serán una u otras. Aunque lo que subyace  siempre será el anhelo de borrar ese profundo sentimiento de soledad inherente a la individuación.





Por lo general, nos descubrimos enamorados de ese compañero de estudios o de trabajo, o de alguien con quien tenemos trato siquiera sea circunstancial y que de pronto se dibuja con nitidez sobre el resto. Al menos esto era lo habitual hasta hace bien poco y aunque no ha dejado de estar vigente, la irrupción de las redes sociales en nuestra cotidianeidad está propiciando el advenimiento de enamoramientos exprés que están basados más que nunca en la idealización.





Las redes sociales nos proporcionan información muy parcial acerca de perfiles que los algoritmos nos acercan obedeciendo a nuestras preferencias estéticas o ideológicas. Basándonos en unos pocos datos (alguna foto, los posteos o comentarios) vamos construyendo al que devendrá en objeto de enamoramiento proyectando sobre los espacios en blanco el ideal de un alter ego a la medida del anhelo que necesitamos satisfacer.





Obviando el hecho de que muchos utilizan su perfil para construir a través de él más bien el personaje que desearían ser en lugar de ceñirse a sus preferencias en lo que postean, y centrándonos, pues,  en aquellos que simplemente se expresan de manera más o menos honesta, lo cierto es que en la virtualidad existen demasiados vacíos que propician, en quien interactúa, el impulso de llenarlos con la propia imaginación. Se produce, por lo general, un acto de proyección.





De este modo es frecuente encontrar que muchos se declaren enamorados incluso antes de llegar al conocimiento en la realidad de la persona. Hecho que asombra al desprevenido espectador que halla, inopinadamente, en su sección de noticias, una declaración pública de enamoramiento entre perfiles que permanecen, no obstante,  en la virtualidad. Si bien antes o después acaban por encontrarse, atravesando incluso grandes distancias.





El resultado de esos encuentros es dispar, desde quienes se decepcionan hasta quienes acaban comprometidos en una relación tangible con aspiraciones de solidez, pasando por la aventura agradable y sin consecuencia.









¿Por qué nos enamoramos en la virtualidad? ¿Somos hoy más propensos a enamorarnos virtualmente que en la realidad? En el mundo tangible el número de personas con las que interactuamos es reducido, máxime cuando el estilo de vida contemporáneo impone aislamiento y desconfianza hacia el otro, los otros. En las redes, por el contrario, nos atrevemos, al sentirnos quizá salvaguardados. De este modo lo mismo nos apuntamos al linchamiento sin remilgos que a sentirnos rendidamente enamorados. Nos permitimos excesos que no nos consentiríamos en el tú a tú.





El ideal de amor romántico está siendo vilipendiado desde ciertas ideologías dominantes que, más allá de predicar contra él, llevan a término, en forma de medidas políticas concretas, una fractura en las relaciones íntimas que está resultando devastadora. Como consecuencia de ello caemos en el escepticismo. Sin embargo el deseo erótico y la necesidad de afecto nos acaba empujando en una especie de huida hacia adelante, para la que las redes virtuales parecen ser vehículos propicios.





Las relaciones que establecemos fuera o dentro de la virtualidad son líquidas, más aún en ésta última, en la que parecen adquirir una condición gaseosa. Surgen y se desvanecen, se encadenan y se suceden, prestándose al espejismo, a la proyección y a la falaz sensación de que hay  un número indefinido de candidatos disponibles. Lo que nos deja en la duda de si el siguiente no será quizá más apropiado o más divertido o más conveniente. Esto no hace sino añadir precariedad a unas relaciones ya de por sí precarias, cuando no del todo improvisadas. ¡Cómo “sentar cabeza” si toda posibilidad queda entreabierta! Además “sentar cabeza” da miedo, huimos de compromisos, sobre todo cuando a la espalda llevamos viejas o recientes decepciones o muy negativas experiencias.





Contra el hastío o el escepticismo sólo queda “sentar cabeza” pero de forma literal, es decir, pararse a reflexionar, indagar sin temor en cuáles son, verdaderamente, nuestras necesidades y en cómo podremos mitigarlas. Cuáles de entre ellas son vacíos propios de los que tenemos que hacernos responsables en primera instancia antes de huir hacia adelante estableciendo una nueva relación “clínex” (de usar y tirar),  una más.  





Si nos aferramos a las sensaciones producto de proyecciones o espejismos, de expectativas irrealizables, coleccionaremos decepciones.





Si desentrañamos una genuina necesidad de amor tenemos que establecer la diferencia fundamental: el enamoramiento no es amor, el enamoramiento sobreviene, por el contrario el amor se construye, si es que sabemos cómo hacerlo. Darle una oportunidad al amor supone no quedarse rezagados en las sensanciones primeras pues éstas son, por definición, súbitas y fugaces y como tales caducan.





Para amar es imprescindible conocerse uno mismo y estar dispuesto a conocer al otro, sin autoengaños ni quimeras, sin subterfugios. El amor no es un anuncio de colonia ni es una novela, es una sucesión de actos guiados por la voluntad.





Necesitamos del amor pero a menudo no experimentamos sino sucedáneos, las idealizaciones actúan de narcóticos, pero el efecto se desvanece pronto. Adictos a las sensaciones corremos detrás de otra dosis procurando una nueva experiencia pero sin reflexionar jamás sobre las vividas.





El enamoramiento tiene obsolescencia programada, el amor es de largo recorrido. El primero tiene banda sonora, el segundo ruidos o silencios que gestionar. Nos da miedo el amor porque vivimos en una continua confusión entre lo que creemos que debe ser y lo que en realidad es. Y porque parece existir una división tajante entre quienes están orientados a dar y quienes sólo están dispuestos a recibir. Entre dos que sólo estén dispuestos a recibir es inviable una relación, causa ésta común de fracaso. Entre uno que sólo da y otro que sólo recibe se establecen  relaciones  frecuentemente pero no son de amor sino de abuso que acaba carcomiendo la propia estima de quien se siente abusado.





En el amor es necesario dar y recibir, es viable entre dos dispuestos a dar, pero viene siendo infrecuente hallar personas dispuestas a dar, así que, si  además tienen que coincidir dos, es como acertar una lotería.





Mientras el amor da miedo, incomoda, es difícil, no nos sentimos preparados, etc, solemos echar las redes en la virtualidad donde podemos pescar alguna aventura que nos rescate por un momento del hastío o bien nos fijamos en objetivos imposibles, demasiada distancia (geográfica o de otro tipo) para así poder enamorarnos, es decir vivir emociones, pero también disponer de la coartada ideal para librarnos del compromiso, es decir del esfuerzo de construir una relación amorosa.





Estemos dispuestos a reconocerlo o no necesitamos del amor genuino y no del mero pasatiempo emocional, tensional, negar esa necesidad sólo conduce a padecer enfermedades sean psíquicas o somáticas, o combinadas.





Aunque el amor no esté de moda o incluso esté proscrito por la ideología o la política en vigor es una necesidad humana y como tal desatenderla nos daña, a veces de manera irreversible. No se muere de amor pero sí se muere, con muertes sucesivas, inexorables, de desamor. Claro que no se nombra así: desamor, sino que se define como depresión, trastornos de ansiedad o de compulsión, adicciones, etc.





Estar dispuesto a amar es sobre todo estar dispuesto a dar pero sin obviar detenerse con aquel que nos está ofreciendo aunque las sensaciones con él  no se ajusten del todo al tópico ideal de enamoramiento, porque el amor, el genuino, es un acto volitivo y es también un discernimiento sereno. Si te cuida, si te atiende ¿Por qué empeñarse en correr tras la  quimera tan sólo  porque ésta esté revestida de historia novelesca? Si necesitamos de las sensaciones que producen los enamoramientos súbitos, de las historias si no del todo imposibles altamente improbables, es que algo nos tiene desconectados de nuestro yo más íntimo, algo que debería ser desentrañado.













lunes, 17 de diciembre de 2018

ESTADO O LIBERTAD



Estado y  libertad son términos antitéticos, el Estado ayer promocionaba la maternidad y hoy promociona el aborto y ni lo uno ni lo otro lo hacía para beneficiar a la mujer ni mucho menos para fomentar ninguna libertad, lo hace por razón de Estado, sin más. 


El Estado otorga "comodidades" al sujeto para hacerle sumiso. Hoy, gracias al feminismo, las mujeres son sumisas de una forma atroz, si las leyes patriarcales impuestas por la revolución liberal  la sujetaban al varón y éste era quien respondía de ella ante el Estado, hoy, gracias al feminismo, las leyes la sujetan directamente al Estado. 


El feminismo hoy está ocupando el lugar que antaño ocupaba la iglesia, es una neo iglesia, las beatas de entonces son hoy las lilas del #yositecreo.








LENGUAJE DE LOS BALCONES





Un vecino anónimo del bloque de enfrente tenía colgado en su balcón una estrella de bombillas que se encendía y se apagaba que si la miraba un rato me hacía caer en trance hipnótico. Me  preguntaba a cuento de qué quería arrojarme luz ese señor (o señora o señoro, que yo en eso no me meto). El caso es que la ha retirado y ahora el iluminado es él (o ella, o elle, que yo en eso no me meto). No sé si  la habrá llevado a otro portal (de Belén, se entiende). Trato de divisarla por los edificios que alcanzo a ver desde la ventana y sin rastro. Pero observo bombillas de colores que engalanan algunas terrazas, no es contaminación lumínica, es Navidad, que quede claro. No sé si tomarme la retirada de la estrella como una retirada de saludo, es que como no le conozco no sé qué me habrá querido dar a entender. El caso es que ya no despierto desplomada sobre el alféizar, lo que es de agradecer. Si lee estas líneas (la virtualidad todo lo alcanza) que se lo tome como un pequeño homenaje. Tampoco es que me gusten los ahorcados vestidos de Papá Noel o de Reyes Magos oscilando al viento -por muy simbólicos que sean- pero al menos sólo se ven de día. Acabo de caer en la cuenta que el año pasado se exhibían banderas, y es que esto de los balcones tiene su particular lenguaje, es como un ahí va eso, en plan indirecta, entonces, ¿qué me querrá decir el del segundo del bloque contiguo al de la estrella que cuelga todos los días unos calzoncillos Calvin Klein al sol?








viernes, 9 de noviembre de 2018

VOLUNTARISMO FEMENINO






Un error frecuente en las mujeres (con respecto al hombre que eligen) consiste en el voluntarismo del “ya le cambiaré”. Pero se trata del hombre que eligen, no del hombre al que aman (aunque están persuadidas de que lo aman) porque el amor no consiste en querer cambiar al otro para que encaje en un molde, justamente querer cambiarle lleva implícito un rechazo de lo que es él. Esto el hombre lo percibe aunque no siempre de manera consciente, por eso algunos huyen ante la tesitura de establecer una relación y otros, menos perspicaces o más enamorados (o quizá, más exactamente, encoñados) acaban también huyendo algún tiempo y algunos desencuentros después.



Muchas mujeres evitarían desalientos e infelicidades si en lugar de recurrir al voluntarismo afrontaran la realidad sin ambages. Pero esto requiere de un aprendizaje bastante incómodo y pocas están dispuesta a hacerlo, consiste en reflexionar sobre la propia experiencia, consiste en no obviar sino, por el contrario, poner atención en lo que el otro es a costa de que lo que descubra en él no sea de su agrado. También en diferenciarse del hombre, pues éste no suele demorarse en complejidades y alambiques emocionales, es considerablemente más lineal. No sabe distinguir el blanco roto del blanco cáscara de huevo, pero donde ve blanco que no se le  adjudique ver negro ni gris porque acabará de una u otro forma rebelándose y de nada servirán los inútiles y errados voluntarismos femeninos. 




lunes, 8 de octubre de 2018

VISTALEGRE Y OLÉ, VISTALEGRE Y OLÁ







No sé si debo preocuparme o no por el éxito de VOX en Vistalegre, teniendo en cuenta que el último éxito de similares características que allí tuvo lugar fue de aquellos que desde los altavoces proclamaron querer asaltar los cielos, cuando  sabido es  que sólo han “asaltado" Galapagar y ¡UPS! No hay  si no un chalet para el jefe y su consortA. Yo entonces no me preocupé, vi venir que aquello no era sino un suflé y que como tal se desinflaría. 



Que hasta ahora aquí  no había extrema derecha y eso siempre se vio como anomalía, al fin y al cabo somos Europa y en ella van surgiendo partidos de este cariz. No vamos a ser menos, oiga, ¡que no nos falte de nada! Que no, que no. 



Un partido, VOX, que de ser marginal quizá obtenga representación parlamentaria y no por méritos propios sino por deméritos de todos los demás, los viejos y los nuevos. Porque este es el tercer partido que surge, después de los morados y los naranjas, lo que indica que la maquinaria de los poderes no sabe sino discurrir qué salida hallar al descrédito del sistema. 







Una función de telonero de la derecha para hacer aparecer a ésta más centrada y tolerable y borrarle de paso los pecados capitales del ladrocinio reciente, o hacer más vistoso el naranja como partido centrado. Si el voto de la derecha se fragmenta no hay problema, se hace una coalición de gobierno y listo. 



Otra función es hacer de vigorizante de la izquierda parlamentaria muy en descrédito con sus paparruchas del género y demás sandeces, para que la voten los que no quieren ya votarla azuzándoles los perros del miedo al fascismo. 



En última instancia siempre se tratará de fascismo, pero no crean los incautos que el fascismo sólo puede venir por un partido que apela a la patria, la religión y el negocio con pingües beneficios para los de siempre y algún advenedizo que prospera al calor de las maniobras orquestales en la oscuridad. 



El fascismo también apuntaba en los otros Vistalegre. En el del PSOE con su Gal de Estado y promotor de las leyes feminazis y con el del suflé que no iba a pactar nunca con la casta, pero que dijo Diego. 








Porque fascista es cometer crímenes de Estado y fascista es meter al Estado hasta en tu cama, hacer tribunales de excepción y crímenes de autor, anulando la presunción de inocencia,  y eso lo hacen los Vistalegre precedentes.



Con el Vistalegre presente no sabemos qué ocurrirá, promete abolir la Ley de Violencia de Género, porque aunque la izquierda no quiere oír hablar de ello hay miles de personas damnificadas injustamente por esa ley y ahí pretenden recalar votos. Que luego lo cumplan o no es otro cantar ¿Dónde se ha visto que los partidos cumplan lo que prometen en campaña? 



En cuanto a la patria, el suflé lo intentó sin éxito, no era sino charlatanería su supuesto patriotismo y ese su general de la OTAN que es más bien tirando a globalista.  En el asunto catalán se les ha soltado el fuelle, y este nuevo Vistalegre ha visto también su oportunidad en el conflicto de banderas, que agita sin disonancias cognitivas que cohiban a sus prietas huestes. 




¿Me tengo que preocupar? Pues sí, por todos los Vistalegre, los transcurridos  y el presente, porque en el horizonte ondea  lo que sobreviene en tiempos de crisis profundas: extremismo de bandos enfrentados. 



Entre fascismo de izquierda o de derecha ¿Donde se situará el nuevo antifascismo? Lo vislumbro en individualidades que se atrevan a alzar la voz en plan kamikaze. Ardua e ingrata tarea no saber si te van a fusilar los de un bando o los de otro. Pero lo que no se puede (se puede, pero no se debe si uno tiene conciencia)  es perpetrar el silencio de los cómplices.  







martes, 2 de octubre de 2018

ALFABETIZACIÓN




–¡Tenéis que leer más y pensar menos! – Dijo el maestro al auditorio de recién alfabetizados,  que rompió en una ovación cerrada,  llenos de júbilo porque al fin iban a encontrar recompensa al esfuerzo de aquellos meses.  Y es que,  hasta que no aprendieron a leer, no habían sido conscientes de lo difícil que era pensar.  


Por ello estaban muy agradecidos al maestro y a la autoridad republicana, que lo había enviado a una población tan apartada a cumplir una misión pedagógica sin precedentes.


Ahora ya,  aquel puñado de adultos,  podrían leer las órdenes gubernamentales y esa selección de libros que el maestro había traído consigo de la capital. Les había costado aprender a descifrar las letras pero, en adelante, se verían exonerados de tener que discurrir, que era un esfuerzo considerablemente mayor.  


Para celebrar tan hermoso día dispusieron unas mesas con viandas y descorcharon unas botellas reservadas para las grandes ocasiones. Brindaron juntos y se felicitaron porque no había nada mejor, se decían entre ellos,  que la placidez que presagiaba el progreso. 









LO PERSONAL NO ES POLÍTICO



«Lo personal es político», nos dijeron y, desde entonces, como un tentáculo, la política se metió en nuestra cama y más allá, incluso en lo recóndito de nuestras mentes. Lo personal es prepolítico, sin embargo. El lugar donde la vida nos alumbra y podemos vislumbrar una ética, es un espacio que urge  recuperar.






ADORAR ÍDOLOS



Si adoras ídolos y se te caen haciéndose añicos ¿qué haces con los pedazos? “Lo sensato es no adorar ídolos”, me dijo el pequeño saltamontes, que aun siendo insecto hablaba con una voz distinta a la de Gregorio Samsa. Vivía, según me indicó, en una colonia de comunes, aunque no es nada común que los insectos hablen, lo sé, y que tampoco es razón para adorarle.






UN SUEÑO RECURRENTE



Tengo un sueño recurrente, a altas horas de la madrugada entra por la ventana de la cocina -un sexto piso- un ladrón (no me preguntéis cómo, los sueños son así) se presenta enmascarado, más aún que El Zorro, pero sin sombrero. Me percato de que está allí porque he ido a beber agua. Su presencia es amenazante y mi corazón, lógicamente, una caja de resonancia. No chillo ni nada, será por no despertar al vecindario o porque el miedo me paraliza. Cuando espero que me pregunte dónde guardo las joyas de la abuela, él, en cambio, me pide una magdalena. Yo, súbitamente serena, abro, con naturalidad, el armario alto donde las guardo y le ofrezco una, que él recibe con un gesto de profundo agradecimiento, hundiendo, casi, la cabeza hasta su pecho. En ese instante, me despierto. No me diréis que no es un ladrón tierno. Dan ganas de comérselo, como a la magdalena. El sueño siempre se desarrolla igual, ya resulta previsible. Aunque la vida da muchas vueltas, y los sueños ni te cuento, me pregunto qué haré el día que me pida, no sé, una rosquilla, pongo por caso, y yo no disponga de ella ¿Se enfurecerá? ¿Me pedirá las joyas de la abuela? Yo, por si acaso, he inyectado con una jeringa (lo vi en un telefilm de los que ponen a la hora de  comer) un veneno letal en una magdalena, se que es letal porque mata cucarachas. Sí, ya lo sé, me diréis que sólo es un sueño y que es absurdo el plan de la magdalena envenenada, pero no es para el ladrón de los sueños, es para la abuela, que ya estoy harta de esperar para heredar las joyas.






MACHISMO





Término ideologizado  por el feminismo para englobar comportamientos masculinos que considera ofensivos. No existe término equivalente para englobar comportamiento ofensivo propio de mujeres porque éstas nunca ofenden,  salvo las no feministas, que ofenden por el hecho de no ser feministas,  lo que de inmediato las convierte en machistas.  



Tiene grados,  de menos a más va de micromachismos (cuando un hombre les cede el paso pero no obstante no lo denuncian a la policía) a terrorismo machista, una banda armada que opera en la clandestinidad con múltiples células, algunas dormidas pero siempre operativas, sus activistas atentan en connivencia,  naturalmente hermanados por el machismo,  claro está, su plan estratégico para dominar el mundo y la galaxia.



Existe desde siempre,  Adán no fue el primer hombre sobre la Tierra,  fue el primer machista, aunque Eva no lo advirtió hasta que la serpiente no le chivó un recado de una tal Simone.  ¡Alabada sea Simone!  



Constituye un dogma de fe incuestionable,  quien lo niegue comete herejía. A los herejes se les lincha para que no incomoden y también como advertencia para quienes osen apartarse de la fe única o cuestionen los textos sagrados, doctoras tiene esa iglesia.



Naturalmente existen textos apócrifos que cuestionan el término aún desde dentro de alguna congregación pero son censurados y silenciados.



Como concepto tiene una cualidad intrínseca: negar el machismo te convierte en machista, lo que no sucede con otros conceptos, v.gr. negar el estoicismo no te convierte en estoico, e incluso negar el feminismo no te convierte en feminista, un momento, un momento, que negar el feminismo te convierte en machista…



A fin de no entrar en bucle es preferible no andar dando más vueltas al término así que aquí termina este borrador de definición que nunca pretendió ser exhaustivo por no caer exhaustos. Si ofende me la exuda.











CÓMO DECIRTE, HOMBRE




Cómo decirte,  hombre,  que alabo tus manos tan necesarias para construir el mundo.


Cómo decirte,  hombre,  que en tus firmes hombros mi inquietud encuentra por una vez reposo.


Cómo decirte, hombre,  que no quiero que me comprendas,  sino que me abraces.


Cómo decirte, hombre,  que a pesar de mi necesidad de palabras tus actos te definen y se leerte en ellos.  


Cómo decirte,  hombre,  que no quiero que llores conmigo sino que acotes mi angustia con esa broma que alienta mi sonrisa.


Cómo decirte,  hombre,  que en tu mente encuentro remanso a mis emociones.


Cómo decirte hombre,  que tu mirada me hace bella y necesaria,  y hasta perenne como una flor sin estaciones.


Cómo decirte,  hombre,  que vuelques tu deseo en mí sin dudarlo,  que quiero tu arrebato,  tu fulgor,  tu locura,  que quiero ser también contigo,  como tú, salvaje instinto.


Cómo decirte,  hombre,  sembrador de vida, que acojo en mi vientre tu semilla y la acreciento,  que en mi regazo y en mis pechos se prolonga nuestro universo compartido.

Cómo decirte,  hombre,  que yo,  mujer,  te necesito y si te alejas o me alejo desistiremos de la labor de pobladores del mundo.  











ALECCIONAMIENTO



CARLITOS: (Lamiendo una piruleta) ¿Sabes, mami? Cuando sea mayor quiero ser una vieja verde

MAMI: ¡Pero Carlitos, cómo se te ocurre! ¿y por qué no un viejo verde?

CARLITOS: No, mami, porque eso es el heteropatriarcado

MAMI: (orgullosa): Ay, Carlitos, ¡cuánto estás aprendiendo en el cole!





lunes, 1 de octubre de 2018

«SUPERIORIDAD» MORAL



Tiempo atrás los partidarios de la moral católica eran quienes ostentaban la bandera de lo políticamente correcto, hoy (desde hace décadas) quienes han venido a ocupar dicho lugar son los que se definen de izquierda, que abrazan sin cuestionar los dogmas que les son suministrados desde sus púlpitos.



Me pregunto por qué en todo el espectro ideológico hay tanto dogmático y me respondo que no hay nada más cómodo para el sujeto medio que otro piense por él. Pensar por sí, cuestionar lo que se quiere imponer desde los aparatos propagandísticos exige tal esfuerzo (hoy más que nunca porque los medios se han sofisticado) que pocos están dispuesto a hacerlo.



Si te adhieres al pensamiento dominante todos son ventajas: ahorro de esfuerzo, aceptabilidad social, y, sobre todo, hallarse en el lado moralmente “superior”, más “evolucionado”. Pero esto es una entelequia, no sólo porque individuos adocenados son dóciles y manejables, sino porque al rehusar poner a trabajar la parte del cerebro destinada al pensamiento racional es, justamente, lo inverso a evolucionado.




Adherirse a doctrinas sin cuestionarlas mínimamente es trabajo que hacemos desde la parte más rudimentaria del cerebro, donde reside también el impulso mimético (sí, el que nos lleva, maquinalmente, a replicar las conductas que observamos). No habrá un cambio cualitativo en la sociedad hasta que seamos conscientes de esto, entre otras cuestiones.









sábado, 29 de septiembre de 2018

SIN LIBERTAD DE PENSAMIENTO




La libertad de expresión es escasa en este país, casi tanto como la libertad de pensamiento. De lo primero podemos responsabilizar al legislador, de lo segundo ¿a quién podremos responsabilizar?


Cierto que el discurso dominante está plagado de consignas destinadas a colonizar las conciencias, de modo que la opinión pública no sea sino la réplica ad náuseam  de esas consignas. No obstante, en un íntimo ejercicio de rebelión, podemos sustraernos a dichas consignas y cuestionarlas, ¿Pero lo hacemos o eludimos esa responsabilidad individual? Admitamos que delegamos el ejercicio de pensar a los voceros de la res pública porque tendemos a la cicatería del esfuerzo, mientras ésta persista el statu quo seguirá intacto.








LIBERTAD EMOCIONAL



La libertad emocional es siempre un difícil equilibrio entre los apegos sanos y los perniciosos. Querer es un alto riesgo puesto que ningún vínculo humano está garantizado, ni siquiera, con ser el tenido por el más fuerte, el de los hijos, lo está. No querer es una muerte anticipada. Ante este dilema a veces optamos por la huida, la coraza, el autoengaño, y sucede que, pasado un tiempo, advertimos que sólo asumiendo el dolor como parte de la vida podemos establecer una libertad emocional siempre en precario equilibrio, todo está  por hacer pero no asumir esa tarea es alimentar para mañana un sufrimiento estéril. 







lunes, 24 de septiembre de 2018

CAMINO DE LA LUCIDEZ




Los caminos de la lucidez conducen a abismos, aunque no se llega al fondo de ellos si no es por vericuetos anegados, soledades insondables, oscuras noches largas, nubladas auroras...



Los caminos de la lucidez no admiten retorno, describen un sólo sentido, seducen y a la vez espantan, conmocionan y aterran...


Por eso, porque espantan, los anestésicos son récord de ventas, ellos nos consienten  mirar sin ver, oír sin escuchar, tocar sin abrazarse, impiden que la vida desatada, intensa, desmedida, rompa en mil astillas ese tedio melifluo del transitar cotidiano que hemos consensuado llamar realidad para así no entendernos









lunes, 17 de septiembre de 2018

SOBRE «VIVIR EL MOMENTO»



Vivir es ir sembrando la memoria del porvenir. La vida es un instante, aunque nunca huérfano y en todo caso proyectado. «Vivir el momento» no es sinónimo de gozar, como a menudo se piensa, sino de gestionar el ahora desde la suma de lo que contigo ha sido, de lo que hoy es, y una pregunta, que apenas esbozada, va tiritando de puntos suspensivos.