La libertad no consiste en abrazar la doctrina adecuada sino en desasirse de todas ellas

lunes, 8 de octubre de 2018

VISTALEGRE Y OLÉ, VISTALEGRE Y OLÁ







No sé si debo preocuparme o no por el éxito de VOX en Vistalegre, teniendo en cuenta que el último éxito de similares características que allí tuvo lugar fue de aquellos que desde los altavoces proclamaron querer asaltar los cielos, cuando  sabido es  que sólo han “asaltado" Galapagar y ¡UPS! No hay  si no un chalet para el jefe y su consortA. Yo entonces no me preocupé, vi venir que aquello no era sino un suflé y que como tal se desinflaría. 



Que hasta ahora aquí  no había extrema derecha y eso siempre se vio como anomalía, al fin y al cabo somos Europa y en ella van surgiendo partidos de este cariz. No vamos a ser menos, oiga, ¡que no nos falte de nada! Que no, que no. 



Un partido, VOX, que de ser marginal quizá obtenga representación parlamentaria y no por méritos propios sino por deméritos de todos los demás, los viejos y los nuevos. Porque este es el tercer partido que surge, después de los morados y los naranjas, lo que indica que la maquinaria de los poderes no sabe sino discurrir qué salida hallar al descrédito del sistema. 







Una función de telonero de la derecha para hacer aparecer a ésta más centrada y tolerable y borrarle de paso los pecados capitales del ladrocinio reciente, o hacer más vistoso el naranja como partido centrado. Si el voto de la derecha se fragmenta no hay problema, se hace una coalición de gobierno y listo. 



Otra función es hacer de vigorizante de la izquierda parlamentaria muy en descrédito con sus paparruchas del género y demás sandeces, para que la voten los que no quieren ya votarla azuzándoles los perros del miedo al fascismo. 



En última instancia siempre se tratará de fascismo, pero no crean los incautos que el fascismo sólo puede venir por un partido que apela a la patria, la religión y el negocio con pingües beneficios para los de siempre y algún advenedizo que prospera al calor de las maniobras orquestales en la oscuridad. 



El fascismo también apuntaba en los otros Vistalegre. En el del PSOE con su Gal de Estado y promotor de las leyes feminazis y con el del suflé que no iba a pactar nunca con la casta, pero que dijo Diego. 








Porque fascista es cometer crímenes de Estado y fascista es meter al Estado hasta en tu cama, hacer tribunales de excepción y crímenes de autor, anulando la presunción de inocencia,  y eso lo hacen los Vistalegre precedentes.



Con el Vistalegre presente no sabemos qué ocurrirá, promete abolir la Ley de Violencia de Género, porque aunque la izquierda no quiere oír hablar de ello hay miles de personas damnificadas injustamente por esa ley y ahí pretenden recalar votos. Que luego lo cumplan o no es otro cantar ¿Dónde se ha visto que los partidos cumplan lo que prometen en campaña? 



En cuanto a la patria, el suflé lo intentó sin éxito, no era sino charlatanería su supuesto patriotismo y ese su general de la OTAN que es más bien tirando a globalista.  En el asunto catalán se les ha soltado el fuelle, y este nuevo Vistalegre ha visto también su oportunidad en el conflicto de banderas, que agita sin disonancias cognitivas que cohiban a sus prietas huestes. 




¿Me tengo que preocupar? Pues sí, por todos los Vistalegre, los transcurridos  y el presente, porque en el horizonte ondea  lo que sobreviene en tiempos de crisis profundas: extremismo de bandos enfrentados. 



Entre fascismo de izquierda o de derecha ¿Donde se situará el nuevo antifascismo? Lo vislumbro en individualidades que se atrevan a alzar la voz en plan kamikaze. Ardua e ingrata tarea no saber si te van a fusilar los de un bando o los de otro. Pero lo que no se puede (se puede, pero no se debe si uno tiene conciencia)  es perpetrar el silencio de los cómplices.  







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