La libertad no consiste en abrazar la doctrina adecuada sino en desasirse de todas ellas

jueves, 23 de enero de 2020

EL FAN



¿Os he contado ya que tengo un fan de mi blog? Pues os lo cuento otra vez, y si ya lo habéis leído aquí os aguantáis ¡Para una vez que os hablo de mí y de mi triunfo! Si hasta ahora no lo había hecho nunca no era por modestia sino porque no había triunfado. Ahora ya sí. La vida me ha cambiado, todo cobra sentido. Pero no temáis por vosotros, criaturas, que no me volveré soberbia, soy una mujer sencilla, de pueblo, y así voy a seguir siendo en el fondo porque esa es mi esencia más esencial. Podéis seguir tuteándome. Aunque también admito que me tratéis de majestad, porque así es como me siento –como una reina– y ya sabéis que lo que mejor define hoy a una persona es como ella se sienta,  ¡los sentimientos también son la esencia más esencial!


¿Que cómo ha sucedido? Pues estaba yo ahí en el muro de Enrique Rubio comentando alguna de sus salvajadas, y de pronto alguien –sin soborno previo por mí parte– ha dicho, ATENCIÓN, ha dicho: "pues yo leo tu blog" y a continuación, sin que yo le hubiera pasado una "chuleta" ni nada, ni un enlace ni nada, me ha citado textualmente. No os confundáis, ojo, no he dicho "me ha excitado sexualmente", ojo, ojo, pero la sensación ha sido parecida, y la sensación también es la esencia más esencial. 


Para agradecerle, que una es una mujer de pueblo pero tiene mundo, le he dicho que le invitaba a un whisky o a un descafeinado de máquina, lo que él quisiera, que yo tiro la casa por la ventana cuando hace falta y en eso se nota que tengo una sangre parecida a la real, tirando a azul bic cristal,  pero habiendo alcanzado los blasones por méritos propios no como esas leonores que heredan por ser rubias. 


Entendedlo, tener un lector en el blog arroja luz a mi oscuro porvenir, que ahora ya se presenta más halagüeño, casi casi tanto como el del gobierno nuevo. ¡Y quién sabe, a lo mejor el día de mañana hasta tengo otro lector, porque ya he cogido carrerilla! Aunque no sé si podré, para ese día, asumir tanta dicha de golpe, tendré que ir al psicólogo para que el triunfo no me cambie como a Yurena o me ponga fondona como a Maradona.


Le he solicitado amistad inmediatamente, a mí fan, digo, y está entre vosotros, como uno más. No puedo revelar su identidad. No, no, no puedo ponerlo en riesgo, no sea que le hagáis bullying y me lo maleéis y deje de leer mi blog que es para lo que ha nacido. Si a mí el éxito me puede destrozar la vida lo asumo porque es lo que se espera de mí, pero él no se merece acabar en el arroyo, que es muy majo. 


A todo esto, caigo en la cuenta que he triunfado el mismo día que Pablo Iglesias, aunque yo todavía no he llorado, ¿Qué me querrá decir el destino con semejante coincidencia? Os dejo que tengo que llorar un rato que los sentimientos, como ya sabéis,  son la esencia más esencial.


Dedicatoria: a tí fan mío, ¡ays qué rico que es! (No le des a like hasta que no haya unos cuantos, para seguir en el anonimato, por tu bien te lo digo, y abrígate que hace frío)








No hay comentarios:

Publicar un comentario