La libertad no consiste en abrazar la doctrina adecuada sino en desasirse de todas ellas

viernes, 9 de noviembre de 2018

VOLUNTARISMO FEMENINO






Un error frecuente en las mujeres (con respecto al hombre que eligen) consiste en el voluntarismo del “ya le cambiaré”. Pero se trata del hombre que eligen, no del hombre al que aman (aunque están persuadidas de que lo aman) porque el amor no consiste en querer cambiar al otro para que encaje en un molde, justamente querer cambiarle lleva implícito un rechazo de lo que es él. Esto el hombre lo percibe aunque no siempre de manera consciente, por eso algunos huyen ante la tesitura de establecer una relación y otros, menos perspicaces o más enamorados (o quizá, más exactamente, encoñados) acaban también huyendo algún tiempo y algunos desencuentros después.



Muchas mujeres evitarían desalientos e infelicidades si en lugar de recurrir al voluntarismo afrontaran la realidad sin ambages. Pero esto requiere de un aprendizaje bastante incómodo y pocas están dispuesta a hacerlo, consiste en reflexionar sobre la propia experiencia, consiste en no obviar sino, por el contrario, poner atención en lo que el otro es a costa de que lo que descubra en él no sea de su agrado. También en diferenciarse del hombre, pues éste no suele demorarse en complejidades y alambiques emocionales, es considerablemente más lineal. No sabe distinguir el blanco roto del blanco cáscara de huevo, pero donde ve blanco que no se le  adjudique ver negro ni gris porque acabará de una u otro forma rebelándose y de nada servirán los inútiles y errados voluntarismos femeninos.