Detesto las corridas de toros y todas esas “fiestas” macabras basadas en el maltrato animal, pero no apoyo la prohibición. Creo que hoy ya son “fiestas” minoritarias que van poco a poco reduciendo su número de adeptos. Bastaría con retirarles subvenciones y apoyos institucionales, si dejaran de ser económicamente sostenibles desaparecerían.
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